abril 21, 2008

otoño

No quiero hablar del tiempo, ni usar palabras bonitas. Puedo decir que disfruté del sol y la luna, del viento y las hojas, la risa y la sonrisa, de los ojos que no paran de recortar cuadros y empapelar paredes a futuro.
Caminar por el simple echo de tener piernas y correr porque no tengo barreras. Puedo decir también que los sabores nos condenan a abrir la boca y los sentidos a no perder la calma.
Que mi piel es blanca y las manos negras, que la espalda mira para atrás así yo sigo adelante, que pregunto donde estoy y me digo donde quiero; hace tanto que no escribo que no voy hablar del tiempo.

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