Tratados del mes mil uno en el siglo de los nómades hispanoparlantes.

No hay noches, ni sábanas sudadas, no hay compañerx de despertares. La luna completa sus ciclos, meses pasan, las estrellas no se dejan ver en su ausencia. Otra vez los mismos paisajes, los mismos pasajes mentales, tratando de no demonizar cada ser en la tierra, observando sin hacer análisis, desglozando solo lo que merece la pena, ofreciendo una sonrisa, una mirada cálida.
Tratados del mes mil uno en el siglo de los nómades hispanoparlantes; es decir el reloj de otro me dice la hora, y el mes en el que vivo. Un mañana que significa "sólo lo puedes hacer mañana".
Solo comentaba el paseo por estos mundos compartidos, iguales y en diferido que nos tocan vivir.