diciembre 10, 2005

fronteras

Las fronteras del sentir no se pueden medir ni juzgar, son simples acciones disparadas sin el fluir de la razón. Los prejuicios no tienen fichas por jugar y las palabras son enemigas de la indiferencia. Las miradas y los gestos contemplan los recuerdos en el brillo de guiños complices, ocultando la sonrisa avergonzada.
Ellos cruzan corriendo en pleno vuelo las fronteras y se mezclan en el elixir del placer. Los sabores se complican y un pensamiento que se escapa a fumar el viento revela ilusiones del anochecer. Dan vueltas al mundo en el soñar de algun trabajador; los inquilinos del asfalto se asombran ante tanto brillo de la noche y una vez mas los creen locos por mirar con lujuria el dibujo de los hacedores de fronteras.
Esas fronteras que cruzan, hacen y deshacen, no son más que las rutas que señalan sus manos en cada caricia y anhelan recorrer. el relato es corto, es pura imaginación de la niña que hoy durmió y en sueños relató su fantasía de amor. Él existe, las miradas y los gestos también, las palabras son quienes se rehusan a transformar los vuelos en realidad.

1 comentario:

limón . dijo...

...


buenisimo ¿?



lu