Se pintan rostros en la memoria, cada trazo una experiencia. Gestos, todos de la misma cara; son fotografias de vida, de lo más alto que llega la vida. Mientras tanto la música se graba en la circulación del expectador, los colores cambian según las notas, ellas mandan, ellas demandan. Los sabores, ¿son muchos?, demasiados, cambian, se renuevan, se desnudan ante mi, se espesan, se suavisan y vuelven a ser uno. Y la danza es inolvidable, la cadencia del movimiento impensado vigila las demas obras. Que nada se salga de control, la improvisación es la rutina controlada. Si alguien se renueva, los demas artistas deben estar expectantes al cambio para poder proyectar su obra hacia el final de ese gran show de sombras y aguas.
Pasillo de artes y sensaciones ve quien lo recorra, nunca sin ser parte de lo observado. No recomiendo ser un artista solitario, no hablo de musas sino de transistores. Al final del pasillo viene lo mejor, en lo alto de la escalera brillan las luces, la euforia hace escuchar su silencio y los bailarines son esculturas inertes del artista en escena.
Habitación en blanco otra vez, la obra terminó; pero mañana hay una nueva función para dos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
- "aiaia...lee mi blog!"
anda tonta..si sabes que sos una bestia escribiendo...=P
te envidio...jajajaj...
esas cosas que te salen y que uno no se explica como hacés....
te amo
soy grosa chiquita (H)
jajajaj...ahora pedile a otro el tutu, mis viajes son solo para gente humilde...
[y yo también soy grosa (h)] =P
...pero mañana hay una nueva función para dos.
que bueno que haya otra función, si es tan hemosa como la escribis
te amo, nena
me encanta que escribas tan bien
lu
Publicar un comentario